miércoles, septiembre 14, 2005

Muere a los 67 años el periodista Rafael Reguero

Miércoles, 14 de septiembre de 2005

Por Omaya Sosa Pascual
end.ososa@elnuevodia.com


Uno de esos periodistas en peligro de extinción en esta época de prisas, de internet y alta tecnología, murió ayer.

Humilde, valiente, puntilloso en la escritura e implacable con sus fuentes, durante casi tres décadas José Rafael Reguero utilizó poco más que su agudo olfato noticioso para desplegar en los principales diarios del país -en el desaparecido El Mundo y El Nuevo Día- los más importantes dramas policiacos de la época.

Sin prisa, ni grabadora. A puño y letra.

“Era tremendo reportero, en mi opinión uno de los mejores, si no el mejor de policíacas que ha tenido Puerto Rico”, sostuvo el fotoperiodista Luis Ramos.

Entre sus noticias más destacadas estuvieron los asesinatos del Cerro Maravilla y las gangas en la Policía en los años setenta y ochenta. En particular, develó la mafia del posteriormente convicto Alejo Maldonado, hechos que luego inspiraron su novela “Alejo y los niños de sangre azul”.

El periodista, bohemio y enchapado a la antigua, se mantuvo activo en el Cuartel General hasta el 2001 cuando enfermó del mal de Lou Gehrig. Ayer las oficiales de prensa del cuartel y algunos veteranos periodistas que trabajaron junto a él le recordaban con cariño.

Las oficiales de prensa María del Pilar Bon y Marilyn Calo señalaron que llegaba tarde, iba a su propio paso y pedía las informaciones del día porque “no era de grabadora”.

“Era un personaje. Venía con su libretita y escribía sus anotaciones. No publicaba todo lo que se le daba: escogía, escudriñaba y buscaba lo que veía interesante. Resaltaba la noticia diferente a los demás, era poético”, recordó Bon.

Por su parte, Agnes Montano, periodista de El Nuevo Día y para los setenta una novata de la agencia Prensa Asociada, lo describió como “afable, audaz y generoso” y recordó cómo la ayudaba a pesar de ser ya un veterano.

“Tenía excelentes fuentes en la Policía y un estilo muy único de redactar, con muchos detalles, fuera de lo común para esa fuente de la Policía. Recuerdo que fue el único que pudo entrevistar a Alejo al día siguiente de que fuese hallado culpable”, apuntó.

El también veterano Manny Súarez, quien laboró por 45 años en The San Juan Star y paralelamente cubrió el caso del Cerro Maravilla, lo distinguió por publicar mucha información exclusiva.

“¿Qué se puede decir? Era difícil competir con él... me hizo sudar”, recordó.

Por su parte, María Judith Luciano, asistente editorial de este diario y colega de Reguero por casi 20 años, revivió cómo este entraba a la redacción, siempre con una libreta en mano y una sonrisa en los labios.

“Siempre tenía sus notas bajo el brazo, para él eran como una biblia, pero lo que más lo caracterizaba era la humildad hasta en la mirada y en el caminar”, afirmó.

Sin embargo, en la calle, con la noticia, Reguero “era de armas tomar”, según su colega Waldo Covas, quien indicó que su vehemente defensa de historias le costó encontronazos con todos los superintendentes de la Policía.

Reguero, quien mantuvo el buen humor y optimismo hasta el final, falleció a los 67 años por asfixia, informó su viuda Teresa Nolasco. La muerte le sorprendió en momentos en que su segunda novela, la autobiografía “Memorias de un desmemoriado”, está en imprenta. El velorio es hoy a partir de las 10:00 a.m. y el sepelio mañana a la 1:00 p.m., ambos en el Borinquen Memorial, en Caguas.

1 Comments:

At 3:17 p. m., Blogger Unknown said...

Todos conocemos personas que nos marcaron para bien de una u otra forma,Jose fue uno de esos amigos para mi y que de su amistad guardo valiosos recuerdos.

 

Publicar un comentario

<< Home